El salón es una de las piezas clave de cualquier vivienda, el lugar donde pasamos tiempo acompañados de familia y amigos, por lo que la comodidad tiene que ser tu prioridad. Por ello, te queremos ayudar con estas 7 ideas para decorar salones con la que conseguir crear un clima agradable y acogedor en el que sentirte cómodo.
Decoración de salones con chimenea
Tener una chimenea en el salón es como una promesa de tardes cálidas o de noches románticas. El poder hipnótico del fuego, su magia y calidez, decorativamente hablando, nos dan un subidón. Una chimenea en el salón es el elemento principal de dicho espacio.
La chimenea como elemento decorativo ha de estar integrada en el espacio y el salón tendrá un aspecto cálido y agradable. Si eliges adecuadamente los elementos del mobiliario podrás conseguir un espacio único y acogedor, para recibir tus visitas y amigos en este maravilloso salón con chimenea.
La chimenea no debe condicionar la distribución del salón, se ha de crear una zona de estar y otra de comedor y con la chimenea un tercer ambiente, un rincón de lectura acogedor. La decoración es muy importante al igual que los diferentes materiales que revisten el suelo o las paredes. Será el estilo de la chimenea que condicione la decoración del salón, mobiliario, pared, texturas, colores, para aportar una riqueza visual al conjunto.
Integrar la chimenea con el mobiliario, desde diseños modernos, clásicos a más futuristas que quedan realmente encantadoras en un ambiente refinado, enriquecen el ambiente y lo hacen aún más acogedor. Otra manera de tratar el frontal de la chimenea es destacándolo con otro color o con una técnica de pintura especial.
Una solución clásica es rodear la chimenea de estantes porque la estructura que esconde el tiro de la chimenea suele crear un saliente que se puede integrar con repisas, estantes, huecos para leña… Una librería simétrica a ambos lados, todavía le da más intensidad a la solución.
Decoración de salones pequeños
La distribución es el factor fundamental para conseguir de nuestro pequeño salón un lugar bonito y confortable. No hace falta recargar el salón para que sea acogedor y práctico. Ya el espacio determinará los distintos elementos que formen parte del mobiliario, que en ningún caso sean un estorbo.
Un sofá en forma de “L” pegado a la pared, te permitirá aprovechar el espacio y aumentar la capacidad de asientos disponibles, elige una mesa baja que no reste visibilidad o bien de cristal, más ligera.
Los colores claros y neutros son los más apropiados para dar más sensación de amplitud y algún toque en colores vivos. La proporcionalidad de los muebles definirá un espacio equilibrado y armonioso, aprovechar bien el espacio creando los ambientes necesarios, potenciados por una iluminación adecuada.
Un buen espejo para lograr el efecto óptico de mayor profundidad. Los rayos de sol entrando por la ventana aportan alegría y vitalidad al salón, cortinas ligeras que permitan aprovechar al máximo la luz natural, una alfombra no muy grande y bonitos cojines, son más que suficiente.
Decoración de salones blancos
Apostar por el blanco en decoración, mobiliario y paredes aportará luminosidad y creará sensación de amplitud y un ambiente sereno, pero puede resultar algo frio, por lo que elegir un suelo más oscuro gana calidez, un suelo de parquet equilibra el ambiente.
Compensa el poder del blanco con notas de color, alfombra, textiles e incluso una mesa o estantería de madera natural. El blanco es perfecto para añadir notas de color con los complementos y los textiles, es la base perfecta para darles protagonismo, creando un ambiente relajado.
La madera con el blanco queda fascinante, las luminarias en plateado o negro, plantas verdes y alfombras con bonitos diseños, pueden verse fabulosas. Coloca un espejo para acentuar aún más la luminosidad.
Decoración de un salón comedor
El salón comedor es ese lugar de cada hogar en el que se pasa y disfruta de la mayor parte del tiempo, donde los tuyos y tú disfrutáis de la mayor comodidad en casa.
Dos ambientes fundidos en un mismo espacio, funcionalidad pero con personalidades distintas, un salón que invite al descanso y disfrutar de una buena comida… y un comedor en el que la sobremesa sea un placer. Una buena distribución marcará los límites para que el salón y el comedor estén separados.
Suelos diferenciados es la mejor manera de separar los dos espacios, bien con revestimientos diferentes o con una buena alfombra para hacer un espacio único y cálido. Aprovecha cualquier irregularidad arquitectónica, columnas o distinto nivel de suelo, para delimitar los espacios, también es una solución fácil pintar una pared que destaque del resto, visualmente crea dos ambientes diferenciados.
La disposición de los muebles, el sofá o cualquier otro mueble, por ejemplo una cómoda que delimite entre ambos espacios, una lámpara de pie para acentuar la separación. Que no te falten los cojines en el sofá, decoran, mullen, aportan color y dan comodidad.
Distancias amplias entre muebles de manera que el espacio personal de movimiento sea cómodo. Se puede mantener un único estilo y diferenciarse con pequeños detalles, pero mantén la armonía en ambos ambientes.
Decoración de salones clásicos
Una de las características que define el estilo clásico es la armonía de mobiliario antiguo con la decoración tradicional, su diseño atemporal y elegante crea atmósferas de lujo sofisticadas. Estancias amplias, bien iluminadas, donde predomina el color crema o tostado para crear un clima cálido y acogedor.
El mobiliario es el protagonista, característico por sus maderas nobles y ornamentadas, confortables sillones con maderas vistas y talladas, tapizados con tejidos poderosos, terciopelo, cretonas, adamascados… cortinas de gran caída, textura y fuerza.
La simetría en algunos de sus elementos, complementos de lujo y algún accesorio de estilo para ensalzar el ambiente. Candelabros y espejos dorados, lámpara de araña, alguna obra de arte o una antigüedad singular, son imprescindibles para recrear un look clásico.
Decorar salones rústicos
Donde predomina la madera y un ambiente sencillo y acogedor a la vez que funcional. Si dispones de una chimenea, con el fuego encendido será el hechizo mágico del estilo rústico, sin olvidar el paisaje, protagonista junto con las plantas naturales, y gustosos sofás que invitan a disfrutar der la tranquilidad de la vida campestre.
Techo con bigas, paredes pintadas a la cal o de piedra vista, pavimento terracota o de madera, salón presidido por una chimenea de obra y si es posible con vistas al jardín o al pueblo. Si quieres relajarte disfrutando del paisaje y de una decoración cálida y acogedora, entonces siéntate en un cómodo sofá frente a la chimenea y disfruta de cuanto te ofrece el estilo rústico.
La paleta de colores debe recordarte a un bosque, verde, marrón, tonos pastel… La artesanía es protagonista en este estilo, junto con la piedra, el barro, el mimbre y las fibras naturales (algodón, lana o lino), ambientes no recargados pero con personalidad y transmiten calidez.
